Aunque siempre ha estado vinculado a la huerta y al caserío, fue en 2013 cuando Eneko tomó la decisión de dedicarse a la producción. “Empecé primero a vender mis productos en el grupo de consumo de Ibarra y 3 años después, en 2016 salté a la azoka de Tolosa», nos explica.
Hemos hablado sobre el trabajo diario, la apuesta por el producto ecológico, el tiempo y la evolución de las estaciones en los últimos años, o los hábitos de consumo.
“Hace años no me lo imaginaba. Siempre he tenido conexión con la huerta y el caserío, pero no de esta manera. Sin embargo, cuando tomé la decisión lo tuve muy claro, me gusta esto”, nos explica desde el primer momento. Cuidar, producir y ofrecer el producto local a la ciudadanía es, en parte, el objetivo de los azokagiles y de nuestro protagonista.
Evolución estacional y meteorológica
Nada más comenzar la charla, hemos hecho la primera parada a los pocos metros. Nos ha explicado la evolución de la plantación de huertas y productos en los últimos años. La cosecha de este año ha estado condicionada por la lluvia, que apenas ha dado tregua. “En los últimos 14-16 meses apenas ha habido días sin lluvia y esto ha condicionado totalmente nuestra actividad diaria. En general, en los últimos años, diría que estamos experimentando una evolución grande. En verano no tenemos suficiente sol y los inviernos son cada año más cálidos ”.
El pasado verano, por ejemplo, el azokagile percibió la huerta y sus plantas “con falta de color y energía”. “Las plantas perciben falta de sol por un lado y de frío por otro, y eso se nota”, dice. Siempre ha habido años peores, pero en los últimos años se nota una especie de ‘tendencia ‘. El mal tiempo puede hacer tambalear la cosecha. Para evitarlo, el trabajo diario y el ‘estar encima’ son ingredientes imprescindibles.
Ante esta evolución ‘negativa’ o errática, sin embargo, Eneko nos ha dado una respuesta clara. “La tendencia de los últimos tiempos no nos ayuda, pero ante esto, tenemos dos opciones posibles. Podemos pasar todo el día quejándonos del tiempo o buscar alternativas. Yo lo tengo claro, no voy a llorar ante la situación, siempre hay alternativa para probar nuevas posibilidades. Plantar nuevas plantas, plantar aunque no sea en las mejores condiciones… también me dedico a eso», defiende.
Sobre la elección de lo ecológico
Apostar por lo ecológico podría suponer un límite en cuanto a tratamientos y condiciones. No obstante, Eneko subraya la importancia de tratar ‘sin manipulaciones’ los productos suministrados por la tierra. “En ocasiones, la solución más rápida podría ser echar algún abono químico a la planta debido a las condiciones meteorológicas o a otras causas, pero ese no es nuestro camino”, dice. Aunque se puede pensar que la apuesta por los productos ecológicos supone un límite, el azokagile defiende que es más ‘elección’ que límite.
“Es muy importante cuidar bien el terreno y estar encima todos los días”. Además de la elección, es un compromiso contar con el certificado de ecología, ya que los productores pasan exámenes y controles específicos.
Sobre la evolución del consumo
Tal y como ha explicado Eneko, los tiempos van cambiando, y con ello, también los hábitos de consumo. En muchas ocasiones subrayamos la importancia de consumir el producto de temporada, pero en algunos comercios, a lo largo de todo el año, disponemos de todo tipo de productos de época, estación y todo tipo.
Hace un par de semanas, en el puesto de la feria, un cliente le preguntó a Eneko si tenía calabacín. “Es sólo un ejemplo, pero los calabacines son un producto para consumir en verano. Yo le dije al cliente que no, que los tendría en verano. En las tiendas, por efecto de la producción masificada, podemos conseguirlos todo el año”, explica. No obstante, el feriante ha destacado el compromiso de la gente con la azoka. “Hay mucha gente que ha optado por consumir el producto de temporada. A lo mejor, cualquiera no sabe de qué época es cada producto, pero eso es normal. Para eso estamos nosotros, para ayudar a la ciudadanía y explicar los pormenores de la huerta. En definitiva, ¿quién mejor que los azokagiles para enseñar sobre este tema a la ciudadanía? ”.
“Al llevar productos a la azoka y al grupo de consumo siempre insisto en que lo nuestro no es una tienda. El nuestro es un producto que sacamos de la huerta y, por tanto, de época, eso es lo que tenemos que defender ”, añade.
Cultivar el futuro, cuidar el futuro
“A pesar de las dificultades, tenemos áreas y productos excelentes, pero necesitamos ayuda, apoyo y recursos”.
En el día a día la huerta requiere de un gran compromiso y seguimiento. Pero, además de oficio, el azokagile nos ha reconocido que también es afición. Sin embargo, también ha defendido que es un mundo que hay que cultivar y cuidar para que en el futuro sigamos disfrutando de la azoka y de los productos locales.