Gregorio Balerdi lleva 25 años viniendo del caserío Zabalegi de Zerain al Tinglado para vender sus productos: huevos, queso, pan, verduras y otros. Suele ser uno de los últimos en venir a la Azoka de Tolosa, ya que antes tiene que ordeñar vacas y ovejas. Dice que para el trabajo se implican todos los de casa y tratan de producir productos lo más limpios y respetuosos posibles con el medio ambiente. Si su caserío tiene 490 años, el horno tiene otros tantos, y allí hacen el pan que luego venden en la feria.