Tomate Aretxabaleta
Es el más popular de los tomates autóctonos, muy utilizado especialmente para ensaladas. Tiene poca agua, que es lo que le da ternura. Es de tamaño medio. Tiene su origen en el pueblo del mismo nombre, pero posteriormente se ha extendido mucho por toda Euskal Herria. Antes de eso estuvo a punto de perderse.
Tomate Pikoluze
Es largo, blando y carnoso, bastante delicado. Pertenece a la familia de los tomates tipo corazón de buey. No se encuentra en muchos puestos. Procede principalmente de Lea-Artibai. Su productividad es elevada, ya que cada planta puede aportar casi 4,5 kg.
Tomate Saint Michael
Es algo menor que Aretxabaleta. Su fuerte sabor es ideal para ensaladas. No llega del todo y su superficie suele ser algo más verde. Tiene su origen en Añorga. Cada planta tiene una producción de poco más de dos kilos.
Tomate Robin
También es uno de los tomates más habituales de los mercados. Es una variedad que suele ofrecer una gran producción, unos 5 kilos por planta. Son ejemplares medianos, redondos y suaves. Son idóneas para el transporte y la conserva.
Tomate raf
La cosecha suele ser corta. Se come durante el invierno hasta principios de la primavera. Es procedente de Andalucía, principalmente de Almería. Su sabor es dulce, ya que contiene muchos azúcares. Se llama así por su fuerte resistencia al patógeno Fusarium, que suele remendar las cosechas, aunque también se le conoce como Muchamiel o Pata Negra. Se puede encontrar tanto en el Tinglado como en la plaza Euskal Herria.
Tomate cherry
Son pequeños y redondos, casi comestibles en un solo bocado. Su textura es robusta y su sabor intenso. Además de en ensalada, son ideales para comer con pasta, pizza o brochetas.
Otros
El tomate feo de Tudela, el tomate corazón de buey, el tomate Jack, el tomate Loidi, el negro de Crimea… Son muchas las variedades que existen. ¿Conoces alguna más?
