Tras recalar en Leitza desde Ecuador, le siguió a su tío, que desde hace 14 años regentaba el mercado de Tolosa, y lleva ya 4 años poniendo el puesto con su familia todos los sábados. Dice que los tolosarras son amables, pero no muy madrugadores. Aunque ella está colocando el puesto a las 7:30 de la mañana, la gente no se acerca antes de las 10:30.