Durante la vigilia se realiza el ayuno de carne. Por ello, los platos sin carne adquieren un protagonismo especial. También es una época ideal para hacer postres. Hoy hemos reunido seis propuestas. Pásate por el Mercado a por sus ingredientes y prueba a elaborarlos en casa. Son fáciles de preparar, y ¡realmente deliciosos!
Sopa de ajo
Suele ser habitual en el ambiente invernal, pero como está hecho sin carne, es también típico en Semana Santa. Es un plato sencillo y humilde: sólo tiene ajo, pan duro, huevo, agua, aceite y sal. También hay quien le añade pimentón. Además de para comidas y cenas, se come también como almuerzo. ¿Sabes cómo se hace? Puedes ver aquí la receta.
Porrusalda
Es otro de los símbolos de la gastronomía vasca, también sencillo pero exquisito. Se elabora a base de puerros, patata, cebolleta y zanahoria. Todo, por tanto, se puede adquirir en el propio Mercado. Aquí tienes la receta.
Potaje de garbanzos con espinacas y bacalao
Es uno de los clásicos de estos días. Además de estos tres ingredientes, se utilizan dos cebollas, cuatro dientes de ajo, una rebanada de pan, sal, pimentón y aceite. Primero se rehoga el ajo y la cebolla, y después se añaden los garbanzos –que conviene que estén macerados de víspera–, las espinacas y el pan. Cuando todo esté cocido y a punto de terminar, se añade el bacalao y se deja unos cinco minutos más. Hay quien al final añade también huevo cocido.
Más bacalao
El bacalao es un ingrediente que se repite en muchos platos de Semana Santa. Ya sea con patatas cocidas, para hacer pimientos rellenos o croquetas, o para cocinar en salsa: al pil-pil o en salsa verde. ¡Hay muchas opciones!
Torrijas
Es el postre más típico de Semana Santa. Son ideales para prepararlas en ambiente familiar. Se necesitan rebanadas de pan, un litro de leche, huevos, un limón, canela, aceite y azúcar. Primero hay que cocer la leche, con la canela y la corteza de limón. Una vez enfriados, se mojan las rebanadas de pan en la leche. Luego se rebozan y se fríen. Antes de servir, se dejan envueltos en papel de cocina para absorber bien el aceite y se rebozan en azúcar y canela en polvo. ¡El pan artesano del mercado es ideal para este tipo de postres!
Leche frita
Es un dulce muy parecido a las torrijas, pero en este caso, no se utiliza pan. Primero se cuecen leche, leche condensada, canela y una corteza de limón. En otro vaso, se mezcla un poco de leche fría con harina de maíz y se añade a la mezcla cocida, sin parar de remover, hasta que se espese como la crema pastelera. Una vez conseguido esto, hay que dejar enfriar bien durante varias horas. Después, se corta en trozos, se rebozan, se fríen y se mojan en azúcar y canela, como las torrijas.